Cuando se habla de formación ciudadana pueden existir muchas formas de conceptualizarla; sin embargo, desde su origen la ciudadanía ha sido un aspecto fundamental para la construcción de espacios democráticos. Si bien, en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se especifican características particulares, es preciso señalar la importancia de que este referente y las leyes que de ella emanan, sean del conocimiento y utilización de las personas que habitamos en México, como parte del empoderamiento de la población en el contexto político, económico y social. La educación para la ciudadanía, a lo largo de los años en México, ha tenido como propósito, formar ciudadanos con capacidad de reflexión y acción, por lo que el gobierno ha puesto en marcha diversos programas y acciones que han ido evolucionando, estos sobre todo en el nivel de la Educación Básica. En este sentido, se ha trabajado desde el Programa de Formación Cívica y Ética, que en la actualidad, es complementado con los “Aprendizajes Clave” (2017). Dentro del Programa de Formación Cívica y Ética “Aprendizajes Clave” (2017) se busca, como perfil de egreso, que se desarrolle el pensamiento crítico y la solución de problemas, que puedan responder a las características de la sociedad en la que vive, la cual se enfrenta a constantes cambios en un mundo globalizado. En el programa se afirma que si la educación no responde a las necesidades sociales actuales puede provocar el desinterés de las y los alumnos, por lo que se requiere que el conocimiento esté vinculado a la realidad, para que se logre una ciudadanía plena. No obstante los buenos planteamientos desde la política educativa y los programas de formación, la figura del docente como mediador entre la enseñanza y el aprendizaje es un factor importante, ya que el programa lo describe como la clave para ayudar a las y los estudiantes a reconocer sus motivaciones y la manera en cómo estos factores ayudan a su aprendizaje, por lo que los maestros deben poner en práctica estrategias para el logro de aprendizajes clave y estimular la autoestima y la confianza para alcanzar metas o expectativas de vida. Asimismo, a partir del modelo educativo se destaca que para afrontar los retos del docente, derivados de la realidad en un mundo globalizado actual del siglo XXI, es necesario que se fortalezcan los aspectos profesionales de las y los docentes. Dentro del país, cada vez son más numerosos los grupos de estudiantes en cada institución. Gran número de escuelas está sobrepoblada de alumnos, por lo que la comunicación y el interés de los jóvenes se vuelven cada vez más complicados, lo cual no garantiza una educación de calidad. A partir de esto, las investigaciones generadas indican las complicaciones convirtiéndolas en retos para el docente, lo tiene que ver con distintos factores, como son: los espacios, el dominio temático del docente, la asignatura de FCE que ha sido vista como una materia aburrida o de relleno, el poco conocimiento teórico y práctico sobre la ciudadanía, entre otras cosas. El presente trabajo de investigación se ubica en la línea de generación y aplicación de conocimiento correspondiente a Política Educativa, Sujetos Sociales, Gestión y Desarrollo Institucional, del cuerpo académico Estudios Comparados en Educación, particularmente en lo que respecta a los sujetos sociales en la formación para la ciudadanía. El proyecto tiene como objetivo conocer las implicaciones de la formación ciudadana desde la perspectiva de los retos docentes en nivel básico, en lo particular en el nivel de secundaria, esto a través del análisis de contextos sociohistóricos que han manifestado la configuración de la sociedad y donde se visualizan los cambios en la concepción de ciudadanía, que se han presentado en los últimos años, para con ello identificar cómo se ha construido la formación para la ciudadanía de los jóvenes contemporáneos.