Los movimientos sociales contemporáneos en el estado de Hidalgo se manifiestan en el siglo XXI como una serie consecutiva de acciones colectivas abiertas, que salen de lo cotidiano, de lo comunitario para hacer frente a los nuevos agravios vividos por las comunidades indígenas campesinas como consecuencia de la acumulación por desposesión. Durante décadas las poblaciones indígenas campesinas de Hidalgo han creado movimientos sociales históricos en lo local, utilizando estrategias de infrapolítica, fortaleciendo la solidaridad, la confianza y la memoria colectiva, como un proceso de transformación subjetiva para resistir las formas de dominación del capitalismo colonial en sus manifestaciones locales.