Los monómeros Bis-GMA y TEGDMA han sido utilizados por mucho tiempo como matriz polimérica para la elaboración de resinas compuestas de restauración dental, junto con rellenos inorgánicos tales como SiO2 silanizado que les confiere una mayor resistencia mecánica. Se ha comprobado en diversas investigaciones que uno de los factores que contribuyen a la falla de las resinas compuestas para restauración dental, es el tipo de relleno. Debido a que el tamaño de partícula del relleno por lo general es del orden de micrómetros, este puede ser desalojado al estar sometido a las fuerzas masticatorias debilitando la resistencia del material, por tal razón, se han utilizado partículas nanométricas como la montmorillonita y la atapulgita como material de refuerzo obteniéndose buenos resultados en las propiedades físico-mecánicas, entre otras.