En los últimos años la sociedad ha tenido grandes cambios en diversos ámbitos desde lo cultural, lo social y tecnológico; todos estos cambios supuestamente en pro de una sociedad más desarrollada y justa. Aunque en la realidad no todo es así: nuevos actores políticos han llegado a nuestras vidas, nuevas tecnologías han permeado e incluso moldeado nuestra forma de entender el mundo. Sin embargo, lo que quizá no ha cambiado es la necesidad humana de contar una historia; hoy incluso relatamos desde cómo ha sido nuestro día hasta acontecimientos tan importantes como nuestras posiciones políticas o hechos históricos a la luz del presente. Las historias se cuentan desde tiempos inmemorables, es innato del ser humano el contar lo que vive y ve, porque es el único ser que se plantea la vida como un viaje, con un inicio y un final, tal como sucede en un relato. De hecho, todo lo sucedido en el planeta Tierra es visto como una gran historia en donde han surgido diversos cambios que nos han traído hasta el lugar en que nos encontramos. Para ilustrar esto podemos mencionar incluso lo que sucede en el final de la octava temporada (del cual no se habla en esta investigación) de Juego de tronos, en donde mencionan que precisamente no hay nada mejor para una sociedad -o un reino- que una buena historia. Una historia que exprese lo acontecido, lo que está sucediendo e incluso lo que vaya a ocurrir.