Descripción:
Los coronavirus humanos son globalmente endémicos y causan del 10 al 30% de las infecciones respiratorias agudas en adultos. Las infecciones por coronavirus se consideraron generalmente leves, hasta las epidemias del SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Grave) en 2002 y de MERS (Síndrome Respiratorio del Medio Oriente) en 2012, que causaron alta mortalidad en los países afectados (SSA, 2020). En 2017, la Organización Mundial de la Salud (OMS) los colocó en su lista de patógenos prioritarios. La predicción de la OMS fue evidente en diciembre de 2019, con los reportes de los casos de neumonía en Wuhan, China y quedando demostrado para el 10 de enero de 2020, como un nuevo Coronavirus denominado ahora como COVID-19, y que ha evolucionado rápidamente para convertirse en una pandemia, que ha requerido de una acción inmediata en el desarrollo de las clásicas estrategias de salud pública para enfermedades emergentes virales, sobre todo respiratorias y de la implementación de un plan de atención médica en los diferentes niveles del Sistema Nacional de Salud (SSA, 2020). El virus del síndrome respiratorio agudo severo tipo-2 (SARS-CoV-2), causante de COVID-19, se ubica taxonómicamente en la familia Coronaviridae. Esta familia se subdivide en cuatro géneros: Alphacoronavirus, Betacoronavirus, Gammacoronavirus y Deltacoronavirus. Muchos coronavirus de los cuatro géneros mencionados son causantes de enfermedades en animales domésticos, y por lo tanto son principalmente de interés veterinario. Los coronavirus de importancia médica conocidos hasta hoy son siete, y pertenecen a uno de los dos primeros géneros mencionados. Desde el punto de vista ecoepidemiológico se pueden clasificar en dos grupos: coronavirus adquiridos en la comunidad (o coronavirus humanos, HCoV) y coronavirus zoonóticos (Chen, y otros, 2020).