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dc.contributor.author | De La Paz Del Rosal, Jocelyn Cid | |
dc.contributor.author | Ortiz Castillo, Araceli | |
dc.date.accessioned | 2024-12-16T20:21:53Z | |
dc.date.available | 2024-12-16T20:21:53Z | |
dc.date.issued | 2015-04-01 | |
dc.identifier.issn | LENF .11254 2015 | |
dc.identifier.other | AT19652 | |
dc.identifier.uri | http://dgsa.uaeh.edu.mx:8080/bibliotecadigital/handle/231104/5677 | |
dc.description | La diabetes es uno de los desafíos de salud y desarrollo más importantes del siglo XXI. Cada año, más de cuatro millones de personas mueren por diabetes y decenas de millones más sufren complicaciones discapacitadoras y potencialmente letales, como infarto de miocardio, derrame cerebral, insuficiencia renal, ceguera y amputación. La diabetes también tiene consecuencias negativas para algunas enfermedades infecciosas, otras enfermedades no transmisibles (ENT) y la salud mental (Plan Mundial contra Diabetes, 2011). Hoy día a nivel mundial, ya hay 366 millones de personas con diabetes, de no hacerse nada, para 2030 esta cifra se calcula que aumentará hasta alcanzar los 552 millones de personas con diabetes y otros 398 millones de personas de alto riesgo (mexicana, N. O., 2010). Por muchos años, la relación entre la DM y algunos trastornos psicosociales ha sido objeto de innumerables investigaciones, relacionando alteraciones bioquímicas séricas con los efectos de estas en trastornos emocionales. (Morales et al., 2009). El estrés se ha convertido en uno de los conceptos más revolucionarios de la psicología y la medicina del siglo XX debido al protagonismo central que ha ocupado en el campo de la salud. En el Informe Mundial sobre la salud del año 2007 la prevalencia en las alteraciones del estado del ánimo fue del 0,8-9,6%, y el país con mayor índice fue Estados Unidos, con el 9,6%, en tanto que México comunico valores próximos a la media (4,8%), la prevalencia de depresión en el mundo era del 1,9% en los hombres y del 3,2% en las mujeres. En ese mismo año la OMS estimo que la prevalencia de depresión en el mundo es del 5-10%, y el riesgo de padecerla durante la vida es del 10-20% para las mujeres y solo un poco menor para los hombres. Por ello, esta organización ubica a la depresión como la cuarta causa de discapacidad en el mundo, señalando que, para el año 2020, si no antes, estará en segundo lugar. Las personas menores de 45 años son las que más frecuentemente desarrollan depresión, es decir, es más probable que la enfermedad se manifieste durante los años de vida laboral productiva. Otros factores sociodemográficos vinculados al desarrollo de depresión son: el divorcio, la viudez, un nivel socioeconómico bajo o desfavorable y un bajo nivel educativo. Se ha propuesto que las alteraciones psico-emocionales de los pacientes con DM son el resultado de un estado perceptivo o mental por la carga emocional que acarrea esta enfermedad crónico-degenerativa, más que una alteración neuroquímica y biológica. A consecuencia de esto, diferentes programas e intervenciones se han desarrollado para promover la modificación de factores estresantes que aumentan las complicaciones de la DM y con ello mejorar el control metabólico en los pacientes. El lugar donde realizamos nuestra investigación según un diagnóstico de salud realizado en el 2014 por pasantes del centro de salud nos revela que existe un incremento en los últimos meses de consultas por descontroles metabólicos; y si aunado a eso aumentamos la situación económica y educativa en general que presenta esta población es decadente ya que la mayoría de la población no cuenta más allá de la secundaria terminada, lo que nos lleva a que los trabajos que llegan a conseguir son mal pagados; la situación social de la comunidad no es mejor, nos dice que el 60% de la población forma un matrimonio en la adolescencia, habiendo casos de mujeres de 22 años que ya cuenta hasta con tres hijos, bajos recursos y poca educación y en una situación inestable con la pareja y familia. El 59.5% de la población en edad económicamente activa se dedica al hogar dentro de esto encontramos mujeres amas de casa, ancianos y desempleados, más el 2.9% de personas que cuentan con alguna discapacidad que les impide trabajar, todos estos se ven en la necesidad de depender de otros y solo el 2.6% tienen un ingreso fijo siendo jubilados o pensionados en edades avanzadas, estas tazas alarmantes si tomamos en cuenta que solo el 47% de la población lleva un ingreso a su casa y este ingreso es bajo. Todos estos factores son predeterminados para desarrollar estrés dentro de la familia y la sociedad. Por lo que nos abocamos a darle un giro a un programa ya propuesto por la SSa, llamado GAM para crónicos (grupo de ayuda mutua para crónicos), donde no solo se les diera a conocer la importancia del control y cuidado de su padecimiento sino se realizara una intervención que incluya la identificación de los factores estresantes, así como el efecto que tienen en su enfermedad y la aplicación de las diferentes técnicas para la práctica de conductas saludables, como diferentes técnicas de relajación, buscando con esto una menor probabilidad de recaídas (OMS, 2015). | es_ES |
dc.language.iso | es | es_ES |
dc.publisher | ICSa-BD-UAEH | es_ES |
dc.subject | Diabetes | es_ES |
dc.subject | Depresión | es_ES |
dc.subject | Enfermedad | es_ES |
dc.subject | Discapacidad | es_ES |
dc.subject | Estrés | es_ES |
dc.title | Impacto de factores estresantes en el desarrollo de diabetes mellitus tipo 2. | es_ES |
dc.title.alternative | Enfermería | es_ES |
dc.type | Tesis | es_ES |