La solución al fenómeno social del feminicidio no está únicamente en lo jurídico, es necesario dejar de pensar en aumentar la punibilidad como forma de atender la problemática y como consecuencia va a disminuir el fenómeno; pues aun cuando las distintas entidades federativas han dado respuesta a las exigencias internacionales de proteger a la mujer y erradicar la violencia de género, en la actualidad no ha sido suficiente, por encontrarnos frente a una problemática evidente en cuanto a la diferencia de criterios sobre el feminicidio, así como, con una diversidad de hipótesis consideradas como razones de género las cuales dificultan su acreditación. Se deben emprender programas reeducativos para erradicar las conductas machistas y misóginas en las estructuras sociales patriarcales, pues es un tema cultural. Es decir, se debe implementar la reeducación para los hombres en las distintas entidades federativas para erradicar dichas conductas, implementando programas de prevención de la violencia contra la mujer inclinados un poco más hacia los varones en donde se promueva y se apoye el cambio, la reflexión y la búsqueda de caminos para una interacción social sana entre hombres y mujeres logrando así masculinidades sensibles al género. Es decir, una relación en donde no exista la discriminación para las mujeres ni exista una relación de subordinación frente al varón. Para esto es necesario principalmente incluir a las escuelas, pues se sabe no toda la educación viene de estas, sino también viene de casa, pero gran parte es gracias a las instituciones educativas. También se debería realizar una tipificación única en donde se recojan los aspectos sociales y culturales del fenómeno, tendientes a evitar su impunidad, como lo sería un Código Penal Nacional.