Diversas teorías han buscado explicar el comportamiento entre la oferta, la demanda, los salarios y las características de los empleos. En cuanto a la población esta se ha integrado al mercado laboral con sus características físicas, demográficas, intelectuales y sociales con las que cuente en ese momento determinado y su integración ha dependido de las necesidades del mercado. A través del tiempo las características tanto de la población trabajadora que es la oferta de trabajo como de las instituciones que crean la demanda de trabajo han cambiado. Estos cambios se encuentran relacionados con los efectos que la política económica, el proceso de transición demográfica y el crecimiento urbano han tenido, lo cual se suma a los efectos de los cambios tecnológicos, industriales y de organización que el mundo ha vivido. En el mercado de trabajo, las empresas ofrecen empleos específicos que requieren habilidades especiales de la población trabajadora, y por cada trabajo ofrecen una serie de salarios y prestaciones. Durante los años 2010 y 2015, bajo un modelo neoliberal y con empleos flexibles, dentro de las habilidades y rasgos que las empresas buscan en la población trabajadora están las capacidades académicas que se contemplan en las características socioeconómicas, pero también se solicitan rasgos específicos de la población trabajadora que se relacionan con sus características sociodemográficas como son la edad, el sexo y el estado civil.