El arsénico (As) es un elemento que se encuentra ampliamente distribuido de forma natural en la atmósfera, suelos, rocas, aguas naturales y seres vivos. La contaminación del agua subterránea por As ocurre generalmente por la composición geológica y geoquímica del subsuelo que se encuentra en contacto con el vital líquido. Asimismo, la concentración de este contaminante en el agua se ha incrementado debido a actividades antropogénicas tales como la minería, refinación del petróleo, uso de combustibles fósiles y fabricación de pesticidas y herbicidas. El As es altamente tóxico en los humanos, siendo de los pocos elementos que provoca cáncer en la piel, vejiga y pulmón, a través del consumo de agua. En la actualidad, el contenido de As en aguas naturales representa una problemática a nivel mundial, ya que afecta a un gran número de habitantes en países como China, Bangladesh, México, Estados Unidos, Chile, India y Japón. Debido a su alta toxicidad en la salud humana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha disminuido el límite máximo permisible de As en el agua de 0.05 a 0.01 mg L-1. Por su parte, la Secretaría de Salud en México, ha establecido como límite permisible de este contaminante la concentración de 0.025 mg L-1 en agua para uso y consumo humano. Sin embargo, estados como Sonora, Durango, Zacatecas, Chihuahua, Baja California Sur, Guanajuato e Hidalgo presentan concentraciones muy por encima de este valor. En el caso de Hidalgo, en la ciudad de Zimapán se han encontrado concentraciones de As de 0.55 mg L-1.