Descripción:
El ser humano inmerso en múltiples situaciones en su vida, experimenta emociones de diferentes intensidades y cualidades; conforme avanza la edad hacia la madurez, estas deben manifestar un cambio positivo en su funcionalidad y regulación, es decir, las
habilidades emocionales empleadas por las personas, reflejan una expresión de desarrollo, éste debería ser hacia procesos adaptativos funcionales y adecuados para la interacción social y la manifestación de un estado de bienestar saludable. El proceso educativo que atraviesa el individuo, implica escenarios escolares, éste representa uno de los ámbitos donde las emociones se ven reflejadas; el espacio de formación
universitaria donde las emociones de los jóvenes estudiantes se hacen presentes, debiera incorporar estrategias que posibiliten el desarrollo de habilidades emocionales funcionales. La presente investigación tuvo como objetivo analizar las emociones positivas y negativas de estudiantes de ciencias de la salud y sus habilidades emocionales como recursos regulatorios, a partir de una comparación entre licenciaturas, nivel de trayectoria escolar y rendimiento escolar; la cual se desarrolló bajo un estudio cuantitativo, descriptivo-comparativo, de diseño transeccional.
Participaron 300 estudiantes universitarios de ciencias de la salud (psicología, odontología y medicina); se aplicó una batería de pruebas para evaluar habilidades como recursos regulatorios emocionales (percepción, entendimiento y expresión). En un primer análisis con la prueba no paramétrica chi cuadrada no se encontraron diferencias significativas entre las variables emocionales y escolares; por lo que se analizó individualmente cada recurso regulatorio por emoción (amor, felicidad, tristeza, enojo y miedo) con respecto a cada variable escolar, encontrando diferencias significativas, en los estudiantes de psicología al recurrir a la mayoría de las diferentes sub-habilidades de los tres recursos regulatorios, y los de odontología quienes se destacan en todas las subhabilidades de la expresión emocional del amor, felicidad y enojo respectivamente; otro dato que resaltó es el de los estudiantes con rendimiento escolar medio, y también los de semestres iniciales, quienes experimentan más las emociones negativas que las positivas, destacándose más en algunas de las sub-habilidades de los tres recursos regulatorios. Se concluyó que, es importante en los escenarios universitarios la inclusión formal de los aspectos emocionales para la formación de los estudiantes, donde se resalte la función adaptativa favorable de las emociones negativas y el empleo de los recursos regulatorios que promuevan adecuadamente las emociones positivas.