Gracias al interés de un gran número de científicos por estudiar la interacción de la materia con la energía, se han desarrollado técnicas para elucidar la estructura de las moléculas. Entre estas técnicas se puede mencionar la Espectrometría de Masa, que permite conocer la fórmula molecular de un compuesto de interés; la Espectroscopía Infrarroja, por medio de la cual es posible identificar los grupos funcionales presentes en el compuesto de estudio y la Espectroscopía de Resonancia Magnética Nuclear (RMN) que permite conocer (en el caso de compuestos orgánicos) cuantos átomos de hidrógeno, carbono y heteroátomos forman parte del compuesto y como se encuentran conectados estos átomos entre sí. La RMN es un método de análisis no destructivo que se basa en la absorción de la radiación electromagnética en la zona de radiofrecuencia (rf) por parte de los núcleos de algunos átomos cuando están inmersos en un campo magnético intenso (B0) y de alta homogeneidad.