Descripción:
Durante la vida universitaria los sujetos comienzan a adaptarse a nuevas rutinas y estilos de vida,
asociados con cambios desfavorables en el consumo de alimentos y suelen adoptarse conductas
alimentarias de riesgo (CAR) relacionadas con los trastornos de la conducta alimentaria (TCA),
además de sedentarismo; que junto con la poca realización de actividad física (AF), promueven una
ganancia significativa de peso corporal que repercute en el índice de masa corporal (IMC) y aumenta
la prevalencia de sobrepeso y obesidad en esta población. Para determinar la asociación entre la
ingesta alimentaria, riesgo de un TCA, AF, sedentarismo e IMC en estudiantes universitarios, se
realizó un estudio transversal analítico en una muestra no probabilística de 378 estudiantes de ambos
sexos de 18 a 30 años de edad en Hidalgo, México. Se evaluó frecuencia de consumo de alimentos,
riesgo de TCA, sedentarismo y AF mediante escalas previamente validadas y estandarizadas. Se
calculó el IMC de cada participante a partir del autorreporte. El riesgo de TCA (moderado y alto) fue
mayor, en mujeres (38.1%) que en hombres (29%), sin significancia. Hubo diferencias
estadísticamente significativas en el consumo de ciertos grupos de alimentos por sexo, por riesgo de
TCA y por nivel de AF. El 31.7% de la muestra registró sedentarismo y los hombres hicieron
significativamente más AF que las mujeres. La muestra total alcanzó conjuntamente 28% de
sobrepeso-obesidad. Concluyendo, a partir de la razón de momios, únicamente el Sobrepeso-Obesidad
incrementó 2.19 veces el riesgo de desarrollar un TCA. En las mujeres, esta misma condición
incrementó 3.27 veces el riesgo. Ser mujer protege en un 64% de padecer Sobrepeso-Obesidad (RM
= 0.36, p < 0.01). El consumo moderado de alimentos de origen animal, y el bajo consumo de leche y
azúcares se asoció con riesgo alto de desarrollar un TCA.