El abasto de agua es un proceso que se vincula en los principios de políticas públicas, recursos económicos, normas formales y no formales, pero sobre todo en las responsabilidades, de los propios usuarios los cuales tienen el gran compromiso de adoptar de forma sustentable su uso y reutilización, en el presente documento tratamos de analizar la relación antropológica que tiene el ser humano con el agua, desde su concepción biológica hasta su nacimiento, el agua está presente, así como en su formación social y espiritual. La disponibilidad del agua no solo depende del almacenamiento, sino también de las condiciones salubres que se necesitan para poder ser de consumo, este consumo por habitante en un año es un indicador fundamental para evaluar la situación de los recursos hídricos de una cuenca hidrológica, a la que se tenga acceso, sus formas económicas y la región a la que pertenece son sin duda parámetros que nos ayudan a comprender el abasto y desabasto que tendrá una comunidad o localidad; este problema trae consigo un riesgo latente que no solo tiene que ver con el consumo humano, si no también que amenaza la agricultura, lo que nos llevaría en entrar en otro terreno más complicado que sería el basto de alimentos; por ejemplo se considera que existe una escasez extrema de agua, cuando el consumo es menor a mil metros cúbicos por habitante en un periodo de un año, esto es una situación crítica.