Con la llegada de la modernidad, uno de los elementos que se dejaron de lado fue el conocimiento de origen religioso, en su lugar, la validez de del conocimiento tenía que ver con lo racional y lógico, aquello que era más elaborado y demostrable. Quizás uno de los primeros pensadores en percatarse de esta transición fue Augusto Comte, él construyo tres estadios de las sociedades de acuerdo al grado de conocimiento que tenían las mismas, para él las sociedades habían dejado el conocimiento fundado en lo teológico y metafísico para adentrase a un estadio dominado por la ciencia y la razón, es decir, un estadio positivo (Ritzer, 2001).