El servicio público representa en la actualidad una de las labores más observadas por una ciudadanía crítica al ejercicio de un buen gobierno y altamente informada en los alcances y contenidos de los proyectos y programas de gobierno, una ciudadanía necesitada de la atención a sus demandas sociales. En tal sentido y considerando los constantes cambios en la economía mundial, los programas de gobierno sufren adecuaciones permanentes, condiciones que obligan a los servidores públicos a ser actores con elementos en la solución de problemas, capacidad innovadora y, el pleno conocimiento de la normatividad que regula los diferentes procesos y programas de la administración pública, adicionalmente el servidor público debe contar con un sentido de identidad hacia la atención de las necesidades sociales y al ejercicio de un gobierno eficiente y de calidad que repercuta en el desarrollo de las instituciones y en el desarrollo social.