Descripción:
La granada (Punica granatum L.) ha sido considerada como un alimento funcional, gracias a sus propiedades terapéuticas, entre las que se encuentra su efecto antimicrobiano, atribuido a la presencia de compuestos bioactivos de naturaleza fenólica. El objetivo del presente proyecto fue evaluar la actividad antibacteriana de diversos extractos orgánicos del fruto (cáscara, pericarpio, jugo, semilla) y hoja del granado mexicano obtenidos en polaridad creciente en 11 cepas bacterianas de importancia médica que pueden estar presentes en alimentos; a través de la determinación de la Concentración Mínima Inhibitoria (CMI) por el método de micro-dilución e inhibición del crecimiento por el método de difusión en disco, conforme a los criterios del Instituto de Estándares Clínicos y de Laboratorio de los Estados Unidos (CLSI). Los resultados muestran que el mayor porcentaje de rendimiento de extracción lo presentaron extractos polares y el residuo acuoso del jugo (RAJ). Por el método de difusión en disco los extractos polares y de polaridad intermedia inhibieron el crecimiento en la mayoría de las cepas probadas, siendo el extracto butanólico del jugo (EBJ) y el extracto de AcOEt del jugo (EAJ) los más efectivos, sin embargo el extracto metanólico del pericarpio (EMP) y el EBJ inhibieron el crecimiento bacteriano a menores concentraciones (1-10 mg/mL). Las cepas más susceptibles fueron M. luteus (2-20 mg/mL) con diámetros de inhibición de 7-17.3 mm y P. vulgaris (1-15 mg/mL) con diámetros de inhibición de 7.3- 18.7 mm. Por el método de micro-dilución, el extracto de AcOEt del pericarpio (EAP) fue el más efectivo (CMIs de 5-15 mg/mL), presentando efecto bactericida en P. vulgaris, S. aureus, M. luteus, K. pneumoniae, S. flexneri y P. aeruginosa, esta última siendo la más susceptible, ya que 4 de los 8 extractos que inhibieron su crecimiento presentaron efecto bactericida (CMIs de 2.5-17.5 mg/mL). E. coli fue la cepa más resistente frente a la mayoría de los extractos en ambos métodos. Los extractos de la semilla tuvieron poca o nula actividad en la mayoría de las cepas evaluadas. En conclusión, principalmente los extractos de la cáscara y pericarpio presentaron una mayor actividad antibacteriana, por lo que podrían emplearse como alternativa en la prevención y tratamiento de infecciones bacterianas.