La resolución 49.25 de la Asamblea Mundial de la Salud, proclama que la violencia contra la mujer es un tema de Salud Pública. Se ha observado que las mujeres que sufren violencia por parte de su pareja tienden a romper sus lazos afectivos y amistosos, como un mecanismo de control sobre ellas, y en parte porque ellas se sienten crecientemente avergonzadas por lo que les pasa y prefieren aislarse para evitar tener que dar explicaciones. La importancia del estudio de la muerte materna y su relación con la violencia en el embarazo tiene varias razones, una de ellas es que pese a que desde el siglo pasado en México se cuenta con desarrollos tecnológicos y científicos que hacen posible detectar, prevenir y atender oportunamente las causas de muerte materna, en México la razón de mortalidad materna a nivel nacional en el 2012 fue de 42.3 defunciones por cada 100,000 nacidos vivos esperados (Salud, 2014), situación que muestra como aún prevalecen condiciones de pobreza, inequidad y desigualdad en el acceso al cuidado y atención de la salud materna entre las mujeres. Describir y analizar de qué manera, la posición que las mujeres ocuparon al interior de la familia, las redes de apoyo con las que contaron, los usos y costumbres para la atención del parto y la violencia de género vivida, estuvieron presentes como factores de riesgo en la trayectoria de atención del embarazo, parto y puerperio de cuatro mujeres, cuya condición de salud se complicó y derivó en muerte materna en el Estado de Hidalgo.